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VIÑEDOS HERMANOS HERNÁIZ


Las cenizas 2020, nueva añada disponible tras más de medio año sin disponibilidad

Estrena añada uno de los proyectos más personales de los riojanos Eduardo y Víctor Hernáiz, un vino que inspira su nombre en Cenicero, el pueblo del que procede y cuna natal de la familia Hernáiz.

Es en el corazón de Rioja Alta donde se encuentra el municipio de Cenicero, un pueblo de larga tradición vitivinícola y de donde procede la familia propietaria de la bodega Finca La Emperatriz, los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz. Ellos elaboran Las Cenizas el vino de pueblo de la bodega, que nacía con la añada 2015 mostrando un perfil de tinto más moderno, pero sin renunciar a cierto clasicismo, el de los vinos tradicionales de Cenicero.

Las Cenizas se elabora exclusivamente con uvas de tempranillo de las viñas que en dicho municipio tienen los hermanos Hernáiz, las parcelas familiares de Puentarrón, Los Hundidos y Sanchisnal, situadas en el margen izquierdo del río, plantadas en los años ochenta sobre suelos arcillo calcáreos con gravas.

Las Cenizas 2020 (24,90 €), la última añada en salir al mercado con una producción de 14.630 botellas, tiene una crianza de 13 meses en barrica 60% americana y 40% francesa, nueva y usada. El resultado es un vino con un tanino pulido en el que destacan notas especiadas y de fruta madura, con una boca voluminosa, sabrosa, equilibrada, fina y de notable
persistencia. Características propias de una añada más fresca que la anterior en la que abundan los frutos rojos y el vino resulta más jovial, vivo.

De cualquier modo, una referencia que con cada añada mejoran las expectativas: la anterior, la 2019, se vendió en tiempo récord, estando disponible poco más de cinco meses en el mercado.

Con Las Cenizas, Eduardo y Víctor Hernáiz han querido rendir homenaje a su pueblo natal, Cenicero, cuyo nombre se cree responde a las hogueras que los primitivos pastores dejaban a su paso por la zona. Una de las localidades más icónicas de la DOCa Rioja ya que en el pasado sus vinos estaban siempre entre los más cotizados del mercado.

Sin embargo, con la llegada del cooperativismo y de las grandes bodegas se cerraron muchas de las pequeñas cuevas de los cosecheros y sus vinos perdieron identidad diluyéndose en mezclas. Un vino elaborado al detalle para recuperar ese estilo histórico, que se acompaña con la cuidadosa metodología de trabajo en el viñedo de esta bodega riojana.

Certificado de viñedo ecológico

En este sentido, además de trabajar exclusivamente con uva propia, la bodega se encuentra inmersa actualmente en el proceso de lograr la certificación oficial de viticultura orgánica.

De hecho, en Finca La Emperatriz, proyecto emblemático de la bodega, a lo largo de este año sus 32 hectáreas de viña más vieja de la finca ya estarán certificadas, además, como viñedo ecológico, dentro del objetivo de que en tres o cuatro años lo sea la totalidad de la finca.

Es por eso que en su día a día Finca la Emperatriz camina por prácticas de viticultura y métodos de trabajo respetuosos con el medio ambiente (desde el campo hasta el envasado, donde ya solo emplean tapones de corcho natural) y con la vista puesta en lograr la máxima sostenibilidad. Una filosofía fruto del convencimiento de que dichas prácticas son garantía de cantidad y continuidad.


La historia de Finca La Emperatriz

Sus orígenes se remontan a Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y última Emperatriz de Francia, título al que la finca debe su nombre. En 1878 la Emperatriz, en aquel entonces propietaria de la finca, presentó a concurso en la Exposición Universal de París un vino que fue premiado. Estaba elaborado a partir de estos viñedos, en Baños de Rioja (Rioja Alta), y el galardón ya reconocía en aquel entonces el potencial y la singularidad de la finca.

Con el paso de los siglos la propiedad fue cambiando de manos hasta que en 1996 la adquiere la familia Hernáiz, desconociendo entonces la historia y el potencial de la propiedad. Cuatro años después Eduardo y Víctor Hernáiz toman las riendas del proyecto con el claro propósito de elaborar vinos de calidad de este histórico viñedo.

Procedentes de la localidad riojana de Cenicero, donde por generaciones la familia ha tenido parcelas de viñedo, a éstas fueron sumando otras en localidades de Rioja Alta como Fuenmayor, Navarrete y Hornos de Moncalvillo, además del viñedo de Finca La Emperatriz.

Esta finca de 101 hectáreas se encuentra entre las sierras Cantabria y Demanda, a 570 metros de altitud, una de las mesetas más elevadas de la Rioja Alta. Su localización, en uno de los extremos de la DOCa Rioja, le confiere un clima más continental con influencia atlántica. En general, suelos franco arenosos, pobres, con una capa de canto rodado de unos 40 centímetros y donde en torno a la mitad del viñedo es en vaso, con una edad media entre 50-60 años.

Sobre Viñedos Hermanos Hernáiz

Las raíces de lo que hoy es Viñedos Hermanos Hernáiz se hunden en Cenicero, a orillas del Ebro, uno de los pueblos más íntimamente asociados a la cultura vitivinícola de La Rioja. Tanto en Cenicero como en los vecinos pueblos de Fuenmayor o Navarrete, los Hernáiz habían cuidado desde siempre sus pequeñas parcelas de viña para la venta a otros elaboradores, como hacen tantas otras familias riojanas.

Pero en 1996 la familia Hernáiz dio un paso más y adquirió un viñedo histórico en Baños de Rioja, un viñedo que había pertenecido a Eugenia de Montijo, Emperatriz de Francia. Así empezaba un proyecto dedicado a la elaboración de vinos de calidad, un proyecto al que se llamó Finca La Emperatriz, y que actualmente es una realidad consolidada.

En 2017 el horizonte se ampliaba con nuevos vinos procedentes de otras fincas de viñedo situadas en otros pueblos de la Rioja, y se abría así una nueva época. Nacía Viñedos Hermanos Hernáiz, una firma para acoger todas las elaboraciones de vinos de calidad de la familia Hernáiz en la Rioja Alta.

Hoy, Eduardo y Víctor Hernáiz lideran Viñedos Hermanos Hernáiz elaborando diferentes vinos, basados siempre en el potencial del terroir de los viñedos propiedad de la familia. La idea siempre ha sido elaborar vinos sublimes. Por eso Eduardo y Víctor decidieron seguir un camino propio, poco habitual en Rioja, trabajando íntegramente con uvas de sus propios viñedos, controlando la calidad desde el principio.

El objetivo es común: extraer la esencia de cada uno de esos paisajes, para que los vinos elaborados transmitan realmente el carácter de la tierra de la que proceden.

+ Finca La Emperatriz, Viñedo Singular DOCa Rioja
+ El Pedal, Vino de Zona Rioja Alta DOCa Rioja
+ Las Cenizas, vino elaborado con uvas de Cenicero, DOCa Rioja

www.hermanoshernaiz.com