Por Raúl Fores Valles, vicepresidente de Lineage para el sur de Europa
Cada 16 de octubre, celebramos el Día Mundial de la Alimentación, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los retos y oportunidades que enfrenta el sistema alimentario global. Este día, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), busca concienciar sobre la necesidad de garantizar que todas las personas tengan acceso a alimentos seguros, nutritivos y suficientes. Aunque producimos más comida que nunca, el hambre sigue afectando a millones de personas. Según la FAO, ya afecta a casi 700 millones de personas en el mundo, un 8,9% de la población mundial, lo que subraya la importancia de replantear la forma en que cultivamos, distribuimos y consumimos alimentos a nivel mundial.
Este año, el lema "Derecho a la alimentación para una vida y un futuro mejores" no podría ser más oportuno. La alimentación es un derecho básico, pero las barreras que impiden su acceso equitativo son numerosas y complejas. El cambio climático, los conflictos geopolíticos, las crisis económicas y las desigualdades sociales continúan agravando el problema. Pero también es cierto que cada día millones de personas trabajan incansablemente para que los alimentos lleguen a los hogares de todo el mundo.
El rol de la cadena alimentaria
Cuando pensamos en cómo llega la comida a nuestras mesas, solemos pasar por alto la complejidad de la cadena alimentaria global. Desde los agricultores que cultivan los productos hasta el personal de almacenes y transportistas que recorren grandes distancias para entregarlos, cada eslabón es crucial. El sector alimentario depende de un sistema extenso y globalizado que conecta a miles de personas en diferentes etapas de producción, procesamiento, distribución y venta.
Es en estos eslabones donde se encuentra la verdadera clave para garantizar la seguridad alimentaria global. Los agricultores, distribuidores, transportistas y minoristas no sólo desempeñan un rol esencial en mantener el suministro de alimentos, sino también en reducir el desperdicio. Según la FAO, aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se desperdicia en algún punto de la cadena agroalimentaria, una pérdida que afecta tanto a la economía como al medio ambiente. Mejorar la eficiencia de la cadena alimentaria no es solo una cuestión logística, sino una prioridad en la lucha contra el hambre.
Innovación y sostenibilidad: el desafío para el futuro
En el contexto de la inseguridad alimentaria, es evidente que el sistema actual debe cambiar para ser más resiliente y sostenible. En todo el mundo, empresas y organizaciones están explorando nuevas formas de gestionar los recursos, optimizar la logística y reducir el impacto ambiental. La digitalización de los procesos logísticos y el uso de la inteligencia artificial para predecir la demanda de alimentos son algunas de las estrategias que podrían marcar una diferencia significativa en el futuro cercano. La agricultura sostenible, la mejora de la infraestructura de almacenamiento y el transporte eficiente son áreas clave en las que la innovación puede ayudar a mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.
Mientras la población mundial sigue creciendo y los desafíos globales se hacen más complejos, la necesidad de un sistema alimentario más robusto y equitativo es innegable. Este Día Mundial de la Alimentación debe recordarnos que no basta con producir más alimentos; también es esencial distribuirlos de manera justa y sostenible, garantizando que cada persona tenga acceso a ellos sin importar su situación geográfica o económica.
En las próximas décadas, el mundo tendrá que hacer frente a transformaciones profundas en la forma en que cultivamos, procesamos y distribuimos los alimentos, y es más importante que nunca fortalecer los eslabones de la cadena alimentaria. Desde los campos hasta las ciudades, el trabajo conjunto de todos los actores involucrados será fundamental para alimentar al mundo de manera sostenible y equitativa.
En Lineage, el mayor REIT mundial de almacenes de temperatura controlada, estamos comprometidos con un propósito claro: transformar la cadena de suministro en la industria alimentaria, reducir los residuos y asegurar el acceso global a los alimentos. El acceso a los alimentos no es solo una cuestión de supervivencia; es un derecho humano fundamental y una promesa de un futuro mejor, y más seguro.