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3 razones por las que los purés caseros no nutren adecuadamente a los bebés

La alimentación de los bebés es una preocupación para madres y padres, que tienen el objetivo de proporcionar a sus hijos e hijas una nutrición de calidad y adaptada a su proceso de crecimiento. A menudo el cumplimiento de este propósito se asocia a la preparación de los alimentos para los bebés en casa, de la manera tradicional. Elena Toledano, nutricionista del equipo de ROOTS® Mindfoodness, explica las tres razones por las que los purés caseros no nutren adecuadamente a los bebés.

1) La densidad calórica de la comida suele ser muy baja

A no ser que quien las prepare sea nutricionista, las recetas caseras tienden a llevar cantidades insuficientes de muchos nutrientes, lo que supone una densidad calórica baja. La densidad calórica de un alimento es la cantidad de calorías que nos aporta en relación a su volumen. Si una receta es adecuada, el bebé obtendrá la energía suficiente con el mínimo volumen de alimento y nos aseguraremos de que le estamos nutriendo correctamente. Si le damos un puré casero muy abundante pero que tiene pocas calorías, no se nutre correctamente y puede a largo plazo padecer déficits nutricionales. Además, en casa añadimos demasiada agua y concentramos poco los nutrientes que el bebé realmente necesita. Lo ideal para ofrecer una correcta nutrición a nuestros bebés es cocinar con cantidades concentradas para aprovecharlas al máximo y no añadir agua en su elaboración, sino utilizar la que liberan los propios alimentos de manera natural.

2) Las cantidades no están bien adaptadas

Como explicaba Toledano, no es lo mismo volumen que densidad calórica. En casa solemos poner demasiada cantidad pensando que cuanto más coman los bebés, más se alimentan. Tenemos unas expectativas muy altas sobre lo que nuestro bebé debe comer, pero el estómago de los más pequeños es del tamaño de un huevo al inicio, por lo que la cantidad real que son capaces de comer es baja respecto a lo que nos imaginamos. Por esta razón es importante concentrar la máxima cantidad de nutrientes en el mínimo volumen de ración. A medida que van pasando los meses van tolerando más cantidad porque su estómago crece. Servir un exceso de cantidad sin tener en cuenta la densidad calórica y sólo focalizar la atención en el tamaño de la porción puede generar frustraciones, además de una mala alimentación.

3) Les damos proteína animal en exceso

La cantidad de proteína animal que le damos a nuestros bebés es muy importante. Las recetas caseras tienden a llevar cantidades excesivas de proteínas, que pueden provocar daño renal y hepático. La Asociación Española de Pediatría (AEP) establece las cantidades máximas que los bebés deben consumir para evitar perjuicios en su correcto desarrollo. Cocinando en casa es muy difícil cubrir las necesidades proteicas de los más pequeños sin superar el límite permitido.

La seguridad alimentaria: otra razón para desaconsejar los purés caseros

Además de que las recetas caseras no proporcionan una nutrición completa a los bebés, Toledano apunta otra razón de peso para desbancarlas como primera opción para alimentar a los más pequeños: la seguridad alimentaria.

  • Entornos no controlados que pueden ser peligrosos. Preparar una comida en casa siempre va a comportar un mayor riesgo de exposición a bacterias o toxinas que generan toxiinfecciones graves. Desde el mismo instante en que compramos los productos hasta que los alimentos preparados llegan a la boca, aquello que comemos puede haberse contaminado en cualquier momento del proceso. Los bebés y niños menores de 5 años son la población con mayor riesgo de toxiinfección alimentaria. La cocina es el lugar de la casa en el que más bacterias hay, por varias razones. En ella podemos encontrar organismos vivos de la comida en condiciones como la humedad, lo que favorece la proliferación de gérmenes. Destacan las tablas de cortar, donde se manipula una gran variedad de alimentos como la carne cruda. De hecho, según un estudio del microbiólogo Charles P. Gerba se ha demostrado que hay 200 veces más bacterias fecales en una tabla de cortar que en el inodoro. Más del 60% de las casas están contaminadas día tras día con bacterias como E. Coli y Campylobacter en sus superficies, que es donde cortamos y preparamos los alimentos para hacer la comida de nuestros bebés.
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  • Sustancias tóxicas para los bebés en los alimentos. Además del riesgo por la falta de control del entorno donde preparamos los alimentos, hay que tener en cuenta que los ingredientes que usamos para cocinar no son inocuos. Verduras, frutas, carnes, pescados… Están controlados por organismos científicos para que no superen ciertos límites de pesticidas, aditivos e ingredientes concretos para una alimentación sana en adultos, pero, ¿es esto efectivamente seguro para bebés? Realmente no. El primer paso empezaría por encontrar materias primas catalogadas como baby food, las cuales no se suelen vender en supermercados ni tiendas accesibles. Mantienen un control todavía más estricto y riguroso en cuanto a límites de sustancias no permitidas y no llevan nada que un bebé no pueda tolerar.

Cómo asegurar una correcta nutrición del bebé y evitar riesgos para su salud

Elena Toledano aclara las claves del éxito para nutrir adecuadamente a los más pequeños y para no exponerlos a peligros para su salud:

  • Adaptar las recetas a las calorías y cantidades que el bebé necesita a medida que va creciendo.
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  • Utilizar vegetales y cereales baby food.
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  • Ajustar las recetas al máximo de proteína recomendado.
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  • Elaborar los platos con carnes validadas como bajas en nitratos.
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  • Lavar varias veces los cereales como el arroz para desechar todo el arsénico.
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  • Utilizar pescados MSC, ya que su aporte de LCPUFAs (ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga) es mayor que en el pescado que compramos habitualmente.
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  • Emplear ingredientes ecológicos y naturales, sin aditivos y sin azúcares.
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  • Revisar, limpiar y desinfectar la cocina varias veces al día.

Siendo conscientes de la dificultad que supone cumplir todas estas recomendaciones, y más teniendo en cuenta la falta de tiempo habitual en las familias, Roots@ Mindfoodness facilita la vida de padres y madres con su gama de recetas PAPIS para bebés de 6 a 12 meses y ALPHYS para bebés de 1 a 3 años. Todas ellas están elaboradas siguiendo punto por punto los requerimientos para una alimentación completa y segura para los más pequeños.