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El consumo de gazpacho y salmorejo sigue creciendo, nacional e internacionalmente

• Su aporte saludable, comodidad y poder refrescante son algunas de los principales motivos para su compra. • Ambas categorías experimentan un crecimiento, tanto a nivel nacional como internacional, que ha llevado a multiplicar la producción en los últimos años a través de recetas tradicionales y de nuevas referencias.

Icono de nuestra gastronomía, el gazpacho es una fuente inagotable de beneficios para la salud. A pesar de asociarse a los meses de más calor por ser un producto hidratante y refrescante, su consumo se ha ido extendiendo, cada vez más, a lo largo de todo el año, demostrando ser una opción rica, saludable y versátil para el consumidor.

El próximo domingo, 21 de julio, se celebra el Día Mundial del Gazpacho y desde Zumos y Gazpachos de España quieren rendir homenaje a este plato tradicional de la gastronomía española.

En sus inicios, los campesinos andaluces lo preparaban para refrescarse y reponer fuerzas durante las largas jornadas de trabajo bajo el sol. Hoy en día, es un símbolo de la dieta mediterránea y de la cocina española en todo el mundo que ha sufrido una gran evolución.

“El sector español del gazpacho es un sector moderno, capaz de conseguir productos de la más alta calidad uniendo una materia prima de primer nivel con las más avanzadas tecnologías en los procesos de producción, aprovisionamiento, elaboración y comercialización”, señala el secretario general de la Asociación, Javier Valle.

Beneficios del Gazpacho

El gazpacho, elaborado principalmente con tomates, pepinos, pimientos, cebollas y ajo, sin olvidar el aceite, el vinagre y la sal, es una auténtica fuente de nutrientes.

Sus interesantes propiedades, “lo convierten en un producto perfecto para contribuir a la ingesta diaria de frutas y hortalizas de forma sencilla. Además, los formatos individuales on the go facilitan su consumo en cualquier momento del día”, concluye Javier Valle.

Una solución especialmente rica en vitaminas C, E y A, así como en minerales esenciales como el potasio y el magnesio que, gracias a su alto contenido en antioxidantes, ayuda a combatir el envejecimiento celular y reduce el riesgo de enfermedades crónicas.

Originariamente, una sopa sin tomate

En sus inicios, el gazpacho, no llevaba tomate. Fue tras el descubrimiento de América, con la llegada del tomate a Europa, cuando la receta se transformó en la versión roja y refrescante que se conoce actualmente.

A lo largo de su historia, el gazpacho se ha adaptado a múltiples variantes regionales y personales. Todos los ingredientes se combinan ofreciendo diversas referencias al consumidor en función de sus gustos (por ejemplo, más suave eliminando ingredientes como el pepino), necesidades de algunos consumidores (por ejemplo, sin gluten) y del desarrollo de innovaciones en el sector (por ejemplo, uso de frutas y otras hortalizas).

El salmorejo es una variante del gazpacho cuya elaboración es ligeramente distinta y de la que existen diferentes recetas para deleitar a todos los consumidores: algunas no llevan pepino o se le añade pan.  

Hidratación veraniega

Uno de los aspectos más destacados del gazpacho es su capacidad para hidratar, convirtiéndose en una excelente opción para incorporar a nuestro menú diario. Su alto contenido en agua y electrolitos no solo ayuda a mantenernos hidratados, sino que también es beneficioso para la piel y el funcionamiento general del organismo.