Liquibox, empresa líder mundial en el envasado y la dispensación de líquidos que opera en los cinco continentes, ha firmado un enclave laboral para la inclusión en su plantilla de personas con discapacidad intelectual a través de FUNDACIÓN JUAN XXIII, entidad que lleva más de 55 años trabajando con esta misión.
El principal objetivo de este enclave laboral es brindar la oportunidad de desarrollar y mejorar su experiencia profesional a trabajadores con discapacidad intelectual de FUNDACIÓN JUAN XXIII. Mediante la realización de las funciones, tareas y trabajos asignados, los empleados mejoran sus posibilidades de acceso al mercado ordinario de trabajo. Asimismo, por su parte, Liquibox también tiene la oportunidad de conocer mejor las capacidades y posibilidades de estos trabajadores.
A través de dicho acuerdo, seis trabajadores con discapacidad del Centro Especial de Empleo de FUNDACIÓN JUAN XXIII, formados y con experiencia, trabajarán en actividades relacionadas con la manipulación auxiliar industrial, como pueden ser la revisión, el manipulado o el encajado de embalajes para el sector de la alimentación, entre otras tareas.
Patricia González, Directora de Recursos Humanos de Liquibox, señala que “nos enorgullece y llena de satisfacción poder formar parte de proyectos con un trasfondo tan bonito como este. A través de este Enclave Laboral buscamos aportar nuestro granito de arena a la sociedad, ayudando a construir un lugar de trabajo accesible e inclusivo para las personas con discapacidad. Liquibox busca ser una empresa comprometida con la diversidad”.
Por su parte, Salvador Chico, Gerente de la División de Fundación Juan XXIII, ha apuntado que “para las personas con discapacidad intelectual poder formar parte de una empresa como Liquibox supone un gran cambio en sus vidas, pues les permite tener unas mejores garantías de futuro en el entorno laboral. Pueden sentirse muy satisfechos de formar parte de una empresa dónde la diversidad es parte de su cultura.”
La realización de este tipo de proyectos supone un gran paso para reducir la desigualdad y mejorar el futuro de personas con discapacidad. Además de facilitarles el acceso al mercado laboral, les permite desarrollar sus propias capacidades en diferentes ámbitos profesionales, incluso, en puestos de trabajo de mayor cualificación y especialización.