• La enseña apunta a una expansión internacional ambiciosa, con la inauguración de más de 50 restaurantes en Italia durante los primeros tres años, con más de 1.000 empleados • El Grupo Restaurant Brands Iberia posee la máster franquicia para desarrollar la marca en Italia y en España, donde abrió su primer restaurante a finales de 2019 y en cinco años ha superado los 150 • La apertura está prevista para este jueves 14 de noviembre, en calle De Amicis, 25 de Milán
Como ya anunció Restaurant Brands Iberia hace algunos meses, la expansión internacional de Popeyes® continúa en Italia, con la inauguración de su primer restaurante en Milán este jueves 14 de noviembre, en la calle De Amicis, 25. La compañía española, que cuenta con la máster franquicia para desarrollar la marca en España y el país transalpino, se consolida así como uno de los grupos de restauración líderes en Europa.
Popeyes® aterrizó en el continente en 2019, con la apertura de su primer establecimiento en España, donde, en tan solo cinco años, ha superado los 150 establecimientos, empleando a cerca de 5.000 personas.
“Hoy hacemos realidad la llegada de Popeyes® a Italia, ratificando así una sólida estrategia de expansión y crecimiento, a través de la que abriremos más de 50 restaurantes en los próximos tres años, y generamos empleo para más de 1.000 personas”, explica Luis Hérault, consejero delegado de Restaurant Brands Iberia. “Estamos seguros de que los clientes italianos nos van a acoger con el mismo entusiasmo que los consumidores de España”.
La calidad como pilar fundamental
Popeyes® cuenta con más de 50 años de experiencia en el sector, siendo una de las marcas más populares en Estados Unidos, y dispone de más de 4.800 restaurantes en todo el mundo. Se fundó en Nueva Orleans en 1972 y se caracteriza por el sabor y la calidad de las materias primas.
Su comida se inspira en sus raíces, con toques típicos de Nueva Orleans, Louisiana, donde se cocina, respetando la riqueza y la mezcla gastronómica herencia de su historia multicultural. Esta mezcolanza ha dado lugar a una amplia gama de sabores que la compañía combina en una receta secreta de especias cajún, que se utilizan para marinar el pollo durante 12 horas y que le dan su peculiar gusto.
El pollo Popeyes® es fresco y no tiene conservantes ni colorantes artificiales. Cada pieza se reboza a diario a mano en el restaurante para mantener los estándares más altos de calidad y ofrecer el mejor producto al consumidor: crujiente por fuera y jugoso por dentro.