Todos sabemos que el alcohol es muy perjudicial para la salud, pero además, en las mujeres, junto con el tabaco, afecta a la regulación hormonal, disminuyendo los estrógenos, lo cual aumenta la sequedad vaginal.
La sequedad o falta de lubricación vaginal es una de las molestias más frecuentes de la zona íntima. No es una alteración grave, pero sí suele ser muy incómoda.
La vagina cuenta con un ecosistema de microbios que debemos cuidar diariamente para mantenerlo en un perfecto equilibrio, ya que realiza numerosas funciones en beneficio de nuestra salud íntima. Cuando este microbioma vaginal (vaginoma) se perturba, la acidez de la flora vaginal se altera y esto puede desencadenar diferentes infecciones por hongos, levaduras o bacterias. Una de las infecciones más comunes es la causada por el hongo ‘cándida’. Se trata de un elemento habitual en nuestra flora intestinal que se alimenta particularmente de azúcar, por lo que, en algunas ocasiones, aparte de tratar la candidiasis vaginal localmente, es necesario dejar de “alimentarla” readaptando nuestra dieta. El alcohol, al ser un fermentado alto en azúcar, favorece la reproducción de la cándida.
Por otra parte, no es muy probable que el consumo de alcohol sin excesos afecte de manera grave al ciclo menstrual, pero sí hay que saber que dependiendo de la etapa del ciclo en la que lo consumas, puede tener unos efectos u otros en tu organismo. Una de las principales consecuencias del alcohol es que produce una deshidratación leve en el cuerpo, por lo que, durante la menstruación puede favorecer el aumento de las molestias menstruales.
Además, aunque no está muy claro por qué el alcohol afecta a la fertilidad, Anthony Rutherford[1], especialista en medicina reproductiva y presidente de la Sociedad Británica de Fertilidad, informa de que incluso un consumo ligero de alcohol (de una a cinco bebidas a la semana) puede reducir las posibilidades de concepción, y más de diez bebidas a la semana pueden afectar a la fertilidad de forma más drástica.
Por último, el alcohol también puede agravar el síndrome pre-menstrual, que se manifiesta con cansancio, aumento de la temperatura corporal, cambios de humor, etc, ya que es un depresor que aplana el sistema nervioso, aumentando ese cansancio, disminuyendo la calidad del sueño y produciendo altibajos emocionales.
Durante las 4 fases del ciclo menstrual, y especialmente si hay sequedad vaginal o algún tipo de infección, es importante que mantengamos una correcta higiene íntima empleando geles específicos de uso diario como los de Chilly. Además, Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor afirma que “durante la menstruación, una hidratación abundante, un ejercicio moderado no muy intenso y una higiene íntima más cuidadosa son fundamentales”. Existen productos como Chilly Gel que proporcionan una sensación de frescor y protección duraderas, para mantener limpia tu zona íntima sin agredirla y respetar el equilibrio natural fisiológico de las mucosas. Está enriquecido con mentol natural, que produce una eficaz acción refrescante. No debemos usar nunca geles de ducha normales porque, según la Dra. Gómez, “pueden agredir el ecosistema vaginal. En cambio, un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido, agentes limpiadores más suaves y está testado bajo control ginecológico.”
[1] https://www.drinkaware.co.uk/facts/health-effects-of-alcohol/alcohol-fertility-and-pregnancy/is-alcohol-harming-your-fertility
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