ENTREVISTA A LUIS RODRÍGUEZ, DIRECTOR GENERAL DE HIJOS DE LUIS RODRÍGUEZ

“La nueva plataforma logística se ha hecho con el objetivo de mantener nuestra base muy sólida”

 

 

Hijos de Luis Rodríguez se está preparando para el futuro. Esta empresa, que se ha caracterizado en todo momento por su carácter emprendedor en busca de dar el mejor servicio a sus clientes, ha realizado un importante esfuerzo inversor para renovar sus instalaciones logísticas. Pone así la base para un proyecto de futuro que pasa por seguir potenciando todas su líneas de negocio, como son la distribución mayorista a todo el principado, los cash & carry y los supermercados, donde opera a través de la enseña masymas. Es precisamente en esta línea donde ha demostrado su mayor espíritu modernizador con proyectos como la instalación de pantallas de televisión en todos sus centros con canal de información propio. Precisamente con el objetivo de mantenerse a la vanguardia en la distribución mayorista está preparando un proyecto de nuevos establecimientos que se caracterizarán por el precio y el diseño.

 
 
¿Cuál ha sido la trayectoria que ha llevado Hijos de Luis Rodríguez hasta el momento actual?
La historia empieza allá por el año 1932 con una pequeña tienda de ultramarinos de mis abuelos en Oviedo. Cuando llegan los años de la posguerra mi abuelo comienza una pequeña distribución en las áreas perimetrales de Oviedo. Ese negocio fue creciendo con los años y se fueron abriendo cada vez más los ámbitos de actuación. Con el paso de los años se incorporan al negocio mi padre, Gerardo Rodríguez Cuervo, y mi tío, Juan Rodríguez Cuervo, que forman un tándem muy bueno en el que mi padre se dedicaba al tema administrativo mientras que mi tío se dedicaba más al tema comercial. En esta época se desarrolla mucho el área de la distribución, tanto que es la base del negocio de hoy, al tiempo que se deciden a entrar en la línea de los cash & carry. Por tanto se crea una nueva línea dentro del negocio. Así se llega a la época que podríamos decir actual, en la que estamos en la tercera generación. Yo me hago cargo de la empresa en 1993, en un momento en el que estábamos inmersos en una operación, que era la compra Supermercados los Tulipanes, de Gijón. Era una cadena de 10 establecimientos, con una conflictividad grande y una gestión nefasta, cuya compra había sido desestimada por varios operadores por el alto riesgo que tenía. Entonces me reunieron mi padre y mi tío y me comentaron si yo me veía capaz de desarrollar aquello, mi repuesta fue que sí y nos metimos de lleno en el tema de supermercados. Surge así el desarrollo de los masymas, pero sin olvidar en ningún momento cuales son nuestras raíces, con una línea de distribución que cada año crece más, con una línea de cash & carry que cada año sigue creciendo y con la línea de supermercados que es la que de verdad está creciendo muchísimo y cada vez coge más peso dentro de la organización. En este momento estamos hablando de 1.110 empleos directos y de una facturación al cierre de 2008 de 135 millones de euros.
 
¿Cuándo se realizará la inauguración del nuevo almacén regulador?, ¿qué características tiene?
La inauguración oficial se realizará el 13 de febrero, que también incluyen la remodelación de la antigua plataforma, que no es tan antigua, ya que aquí llevamos sólo 6 o 7 años. Pero nuestros crecimientos fueron tan espectaculares que se nos ha quedado muy pequeña. La nueva plataforma logística se ha hecho con el objetivo de mantener nuestra base muy sólida. No nos interesa ser los que más tiendas tenemos, o los que más presencia tenemos en el mercado, sino ser los que mejor hacemos las cosas. Y para hacer bien las cosas hay que tener una base detrás, puesto que nos movemos en unos mercados que son muy dinámicos, que están cambiando constantemente y para estar actualizado y dar al consumidor lo que precisa en todo momento tienes que tener detrás una plataforma que te pueda aguantar todos esos cambios con la agilidad que merecen. Hasta el momento contábamos con 9.000 metros cuadrados dedicados alimentación seca, más dos plataformas satélite en polígonos cercanos para el refrigerado y el congelado. Por tanto hemos pasado de los 9.000 metros a 24.000 metros cuadrados construidos, de los que 8.000 están dedicados a frío, en sus diferentes grados de temperatura. De esta manera, conseguimos que todas las referencias que hay en esta plataforma se puedan suministrar en todas las líneas de negocio con camiones bi-temperatura. Eso es importante porque en una región como Asturias, donde todavía hay muchas zonas rurales, éstas habían entrado en un proceso de desabastecimiento. Por tanto, está plataforma surge también con el objetivo de poder llevar la distribución hasta estas zonas apartadas, ya que en un mismo camión pueden ir yogures, congelado, fruta y alimentación. También hay que tener en cuenta que para una región como Asturias, que ha apostado muy fuerte por el turismo rural como modelo de crecimiento para superar la reconversión minera, es importante dotar a toda esa infraestructura de casas y hoteles rurales de forma correcta para que se mantenga, además de contar con establecimientos de distribución con los metros y el número de referencias que el turista espera encontrar.
 
¿Qué inversión han absorbido las nuevas instalaciones?, ¿cuál es la previsión de inversión que tienen para el presente ejercicio?
No es sólo la inversión en la plataforma, ya que todo esto lleva un proceso previo, puesto que hay que adecuar las tiendas a más metros de frío, por el cambio de la demanda del consumidor, por ejemplo. Por tanto, en los últimos tres años la inversión ha sido muy importante. En cuanto a la obra de la nueva plataforma, sólo la plataforma, podríamos estar hablando de unos 8,5 millones de euros, mientras que la inversión total en 2008 fue de unos 11 millones de euros.
 
¿Qué facturación han obtenido en 2008?, ¿cómo puede haberse visto afectada por la actual situación económica?
Cómo ya he comentado, nuestra facturación de 2008 ha sido de 135 millones de euros, lo que supone un incremento muy importante. El sector en general no está por esta línea, y nuestros crecimientos “no son normales”. Esto es también fruto de un equipo de trabajo que esta muy pendiente de lo que quiere el consumidor, facilitado por el hecho de ser una empresa familiar en la que podemos hacer las cosas viendo la perspectiva a corto plazo. Ese pasito que vamos por delante nos está dando unos resultados muy buenos. En cualquier caso, el crecimiento que hemos tenido este año va en la línea de lo que hemos hecho en los últimos años, que también hemos crecido por encima de la media del sector.
 
¿Qué porcentaje de su facturación representa cada una de las líneas de negocio en las que están presentes?
Entre las diferentes líneas, el 75% corresponde al supermercado, el 15% la distribución y el 10% a los cash & carry. Esperamos en los próximos años crecer en todas las líneas en la misma evolución y mantener siempre esa paridad. Con la nueva plataforma estamos dotados de una herramienta para que la distribución crezca y para que la hostelería y los cash & carry también crezcan. No hay que olvidar que con la nueva plataforma estamos comprado producto a los proveedores para todo el conjunto de la compañía, por lo que hay mucha sinergia a la hora de sacar el coste del producto. Esto también repercute en que las tiendas tradicionales puedan ser competitivas, ya que al recibir la mercancía en un solo vehículo y encima a unos precios muy asequibles pueden optimizar sus precios.
 
Durante el pasado ejercicio no han realizado la apertura de ningún nuevo establecimiento, ¿qué previsiones de expansión tienen de cara al presente año?
Efectivamente, las últimas aperturas son de 2007. En 2008 lo que hemos hecho ha sido llevar la nueva imagen de masymas a las últimas tiendas que nos quedaban y remodelarlas y adecuarlas a los metros que necesitábamos de frío. Por tanto, lo que hemos hecho ha sido remodelar y adecuar todas nuestras tiendas. Para este año tenemos prevista la apertura de un supermercado masymas en Posada de Llanera que tendrá cerca de 1.700 metros de superficie de venta y un parking propio. También vamos a apostar por otro tipo de establecimientos, un poco más pequeños, que se van a caracterizar por su diseño totalmente innovador y por los precios. No hay que olvidar que los supermercados masymas son centros de más de 1.000 metros cuadrados de sala de venta y que cuentan con parking propio para clientes. Esta nueva apuesta no impide que masymas mantenga su propia línea de expansión, que no se va a cortar. Hay que tener en cuenta que hay poblaciones que no soportan tener un masymas por su tamaño o por la competencia tan bestial que hay ahora en Asturias, pero que sí que pueden acoger este nuevo tipo de establecimiento.
 
¿Cómo van a ser los nuevos supermercados?
Van a ser tiendas de muchísimo diseño, totalmente innovador, que rompe con lo que es un supermercado o la típica tienda tradicional. Tenemos muy bien estudiada la composición del surtido que tiene que tener este tipo de establecimientos y vamos a vender a unos precios increíbles. El consumidor de hoy, y en época de crisis más todavía, quiere comprar bien. Y comprar bien quiere decir que el sito donde compres te dignifique, se salga un poco de lo normal, adquirir el mismo producto pero dignificado. Y, por supuesto, no olvidarnos nunca que hay que dar la mejor calidad al mejor precio posible. Va a ser un sistema muy innovador en este sector, porque hay que hacer pruebas en los mercados, que hay que innovar. El merado de Asturias es un mercado muy marquista, muy exigente, pero que quiere lo mismo que otros consumidores, comprar lo más barato posible.
 
¿La nueva línea va a dar prioridad a la marca de distribuidor o va a tener un mix de marcas entre marca del fabricante y marca propia?
Va a tener un mix, no va a ser un descuento duro. Lo que sí que va a pasar es que se va a comprar muy barato, pero por optimización de gasto. Son tiendas que no van a llevar el personal que tiene un establecimiento masymas, que no tiene parking... y esa optimización de gastos va a repercutir directamente en precios, por lo que el consumidor comprará mucho más barato, pero simplemente por llevar una escala de costes a la marginalidad, de cara a la optimización hacia el consumidor. Nunca hay que pensar en el beneficio, hay que pensar en el consumidor. Si no tenemos clientes no tenemos nada. En época de crisis casi es más importante tener clientes, aunque no tengas beneficios.
 
¿La línea de expansión se va seguir centrando en Asturias o van a hacer mayor esfuerzo en entrar en otras provincias como ya lo hicieron en León?
En primer lugar hay que tener en cuenta que nuestros objetivos son a corto plazo, en el futuro no lo sé, porque una empresa como esta tiene que saber adaptarse y cambiar continuamente. Ahora mismo tenemos los cimientos para hacer un rascacielos, ¿la altura del rascacielos?, dentro de unos años volvemos a hablar y veremos en qué altura del rascacielos estamos. Pero ahora estamos en los cimientos.
 
La franquicia es una parte importante de su negocio ¿va a seguir teniendo esta importancia en el futuro o se van a decantar más por la apertura de centros propios?
La franquicia va a seguir siendo una de las líneas principales de expansión por la que vamos a seguir apostando en el futuro. Sin embargo, la franquicia del futuro queremos que sea una franquicia mucho más parametrizada, que incluso se monte con nuestro propio capital, de tal manera que el franquicado no tenga que hacer prácticamente nada. También tenemos que aplicar el concepto de optimización a la franquicia. Las franquicias que tenemos actualmente tienen que pegar un cambio radical, son tiendas que tienen 10 o 12 años y están quedando caducas. Hay algo claro, y es que antes montabas un supermercado y lo dejabas ahí y duraba 15 o 20 años, mientras que ahora mismo la media de “vida” de un supermercado antes de meterte otra vez a darle un cambio es de 5 o 6 años.
 
¿Qué opina sobre el proceso de concentración que se está produciendo en el sector de la gran distribución?, ¿si se diese la oportunidad estarían dispuestos a formar parte de ella?
Creo que no hay que postularse en si estás a favor de la concentración o en contra de la concentración. Hay que estudiar cada caso porque hay regiones o comunidades autónomas donde un proceso de concentración puede ser favorable y otras comunidades autónomas en las que sería perjudicial. En la alimentación, como en todos los sectores, hay empresarios y compañías que tienen detrás otro tipo de entidades con otras perspectivas que a lo mejor lo único que ven son beneficios y sacar rentabilidad, y otras compañías que lo único que queremos es dignificar lo que hacemos todos los días. Es decir, crear puestos de trabajo estables, que es nuestra mayor ilusión, que nuestros beneficios se reinviertan otra vez en la propia compañía y que sirvan para que siga creciendo y para poder ofrecer al consumidor aquello que busca. En definitiva, que si nosotros ganamos dinero, que repercuta en el círculo que nos rodea, que son proveedores, trabajadores y clientes. Por lo tanto, en cuanto a la concentración, si se sigue esa política, yo soy favorable, si no se sigue esa política estoy en contra de la concentración.
 
¿Los clientes de sus establecimientos van buscado calidad, rapidez, proximidad o precio?
Hay estadísticas de todo tipo, pero en cuanto a las que nosotros hacemos, en primer lugar se nos valora la atención. Tenemos unos empleados que están muy integrados en el proyecto, que saben que hay que cuidar muchísimo al consumidor. En segundo lugar, el hacer bien las cosas, es decir, dar la mejor calidad al mejor precio. Tenemos una mentalidad, y es que queremos ser los más baratos, pero no a costa de cualquier cosa, sino con la calidad por delante. Por eso nosotros empezamos una política de calidad hace unos años, que está muy reconocida en los puntos donde estamos y donde no estamos. Esto es significativo porque nuestra notoriedad de marca es bastante mayor que los puntos de venta que tenemos, lo que quiere decir que funciona muy bien el boca a boca. Esa política de calidad, la seguimos manteniendo pero intentando vender lo más barato posible. Vender lo más barato posible no significa que estrujemos al proveedor sino que optimicemos los procesos logísticos y todos los gastos que hay, que son muchos. Un ganadero asturiano, de los que nosotros nos abastecemos para toda la carne, ya gana bastante poco como para que nosotros pretendamos apretarle más, pero sí que podemos abaratar en logística, en movimiento de las canales, en poner los mecanismos en las tiendas para sacar el máximo rendimiento a la carne, pero sin tocar para nada la calidad.
 
Ustedes son pioneros en la implantación de un canal de televisión interno en sus tiendas ¿cómo valoran esta medida sus clientes?, ¿considera que esta medida está dando los resultados esperados?
Hay que tener en cuenta que el factor de la comunicación es clave, y que los costes que tiene la publicidad en los canales audiovisuales tradicionales son muy elevados. Por eso nosotros nos decidimos porque nuestros proveedores pudieran llegar al consumidor con sus anuncios en el momento mismo de la compra, al tiempo que el dinero que nosotros obtenemos lo llevamos al abaratamiento del producto. Con lo cual el consumidor tiene información directa del fabricante y una optimización de precios. Por tanto los resultados son buenos.
 
En cuanto a su tarjeta de fidelización ¿cómo funciona y cuantos usuarios tienen?
Tenemos unas 85.000 tarjetas, y el promedio de utilización está en torno al 65-70% de las compras que se hacen con tarjeta masymas. Se trata, además, de una línea que también vamos a potenciar mucho porque creemos que es lo que quiere el consumidor: descuentos directos, descuentos en el ticket. Porque al final lo que cuenta es que si una señora sale de casa con 50 euros, llegue con llegue con al menos 10 o 15 euros en el bolsillo y que tenga sus necesidades satisfechas.
 
¿Cuántas referencias de marca propia tienen en este momento?, ¿cómo han evolucionado en el último año?
Estamos rondando las 1.000 referencias. En cuanto al crecimiento de las ventas, nosotros pertenecemos a Euromadi, que en los últimos años a unificado marcas y ampliado referencias. Está claro que el incremento de la demanda ha sido brutal, pero es muy difícil de evaluar que parte corresponde al mayor número de referencias y qué parte a una mayor demanda. . En cualquier caso, tiene que haber un equilibrio. Hay que reconocer que los fabricantes son los responsables de los hábitos de consumo que tenemos en este momento porque son los que han invertido en investigación y desarrollo. Ese I+D no se puede perder, es parar un mundo que va a una velocidad impresionante. Las marcas propias están muy lejos todavía de la investigación y, además, no es su labor. Sí creo que los fabricantes de primeras marcas tienen que hacer unas reestructuraciones, pero tienen que seguir por la línea marcada estos años y el equilibrio se tiene que mantener. Ahora mismo, las marcas propias son buenas por el tema de la crisis pero en una situación normal de mercado, a la que volveremos, la marca tiene que recuperar presencia. No olvidemos tampoco que detrás de la marca hay muchos puestos de trabajo, mucha riqueza, que no es bueno perderla.
 
¿Cuándo cree que puede tocar fondo la actual situación económica y cómo pueden ayudar los establecimientos de distribución a mejorar la situación?
Esta crisis tiene un parámetro que se nos escapa. Ha empezado en Estados Unidos, ha llegado a Europa, ha llegado a España y ha llegado a las Comunidades Autónomas, y cada uno de los escalafones ha puesto su granito de arena para que la crisis vaya a más. ¿Empezar a repuntar?, creo que pronto, el cambio de mentalidad que ha habido en Estados Unidos lo va a notar la economía americana por el simple hecho de tener ilusión. Esa ilusión y ese optimismo es lo que nos falta a nosotros, necesitamos optimismo, necesitamos realidad. Además, todos tenemos que aportar para salir de la crisis. Si esperamos que alguien venga con la barita mágica y nos saque de la crisis no es bueno, porque no va a existir. Hay una frase que dice que cuando los aires del cambio soplan hay quien ser refugia en las trincheras, mientras que otros construimos molinos de viento. Creo que nuestra labor es esa, la de construir molinos de viento fomentando la ilusión, que se mueva el dinero que la gente no tenga miedo al futuro.
 
Asturias es de los pocos sitios donde aún los operadores locales tienen una presencia muy importante ¿cree que se puede mantener esta situación o que se van a producir cambios en los próximos años?
Asturias lleva inmersa en una crisis desde hace muchos años, fruto de una reconversión minera. Por tanto nosotros vivimos en una crisis y nos acostumbramos a una crisis. Somos una de las comunidades que más centros comerciales tiene y nosotros nos tuvimos que abrir paso como hormiguitas en un campo de elefantes. Lo bueno que tiene, es que después de diez años, ya sabes donde van a pisar los elefantes. De este modo, nuestra guerra es una guerra de guerrillas, que la sabemos llevar muy bien porque somos mucho más rápidos que las grandes superficies. No hay que olvidar que hace muchos años, cuando España entera era musulmana, en un monte aquí al lado un “pirao” con cuatro piedras empezó una reconquista. Será el carácter asturiano. Nosotros damos guerra, y esperamos dar mucha más.