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Trucos sencillos para reducir el consumo de azúcar en tu día a día

Conoce de mano de la nutricionista Salena Sainz, qué sencillos gestos puedes cambiar en tu rutina para un consumo menor del azúcar (sin que te des apenas cuenta)

Aunque a menudo es subestimado, el alto consumo de azúcares añadidos está vinculado a diferentes problemas de salud. Tan solo un pequeño cambio en nuestro día puede marcar una gran diferencia, Salena Sainz, nutricionista y fundadora de Naturae Nutrición,  nos cuenta qué sencillos hábitos podemos adoptar para disminuir el azúcar en nuestra dieta sin sacrificar el placer de comer.

 

Cambios graduales

 

Tal y como nos cuenta Salena, “eliminar radicalmente el azúcar en nuestra dieta puedes ser contraproducente, al consumirlo el cuerpo produce dopamina e interviene en nuestro organismo como si fuera una recompensa para el cerebro. Por ello, su eliminación sólo hará que el antojo por esta sustancia sea mayor”“Lo que puedes hacer, por ejemplo, si estás acostumbrado a tomar café o té con dos cucharadas de azúcar, es probar a reducir poco a poco su cantidad, así la primera semana tomarías una cucharada y media, luego una, y así sucesivamente hasta no necesitarla”, comenta.   Otra buena opción es reemplazar el azúcar por otras especias o ingredientes naturales para endulzar como por ejemplo la canela o la vainilla.

 

Sin embargo, hay una cosa que no se recomienda, los edulcorantes artificiales. “Aunque a priori pueden parecer una buena alternativa, su consumo al fin y al cabo solo conseguirá aumentar el deseo por el azúcar. Además, otro de sus inconvenientes es que barren parte de nuestra flora intestinal, lo que debilita nuestro sistema inmune, por eso, en todo caso, utilizaría endulzantes naturales como la stevia”, recomienda Salena.

 

Otro cambio que podemos hacer es a la hora de tomar diferentes bebidas, “son frecuentes las personas que están acostumbrados a tomar refrescos o zumos, en su caso recomiendo que lo sustituyan por sus versiones sin azúcar, o mejor aún, agua con infusión de frutas, té sin azúcar o cúrcuma latte, que es leche con cúrcuma y un poco de pimienta negra”, declara la experta.

 

No es bueno obsesionarse

 

“No es recomendable restringirnos de comer”, expresa la nutricionista, “pero en el caso de comer en casa sí es aconsejable buscar opciones que nos sacien más como los alimentos ricos en proteínas y en grasas saludables, consumir fruta fresca y snacks saludables como los frutos secos o crudités de verduras, o cambiar el desayuno dulce por uno salado”, continúa.

 

No obstante, la experta nos dice que tampoco podemos demonizar el azúcar, ni ser extremistas, “no pasa nada si tomamos un postre casero en días puntuales, preferiblemente si es compartido. Esta es una buena manera de terminar una sobremesa en el caso de que nos guste disfrutar de un toque dulce”, comenta.

 

Por otro lado, si comemos fuera de casa porque no nos queda otra alternativa, o simplemente porque nos apetece, Salena recomienda evitar siropes, salsas, dulces y caramelizaciones. “Es mejor seleccionar productos más naturales y que el protagonista sea el sabor de la materia prima”, añade.

 

Un paso más, independientemente de la alimentación

 

No solo es importante lo que comemos para reducir el azúcar, también es necesario beber el agua suficiente. “A veces confundimos la sed con el hambre o el antojo de dulces. Mantenerse hidratado evita el consumo innecesario de azúcar”, indica Sainz.

 

Complementariamente, el dormir bien también es fundamental, pues la falta de sueño puede aumentar el apetito, especialmente por alimentos altos en azúcar. Además, es importante saber que los picos de glucemia, los cuales producen inflamación, están interrelacionados con el consumo de azúcares que demanda el cuerpo cuando estamos estresados. “Un ritmo de vida estresante afecta en la alimentación, por eso es importante buscar momentos para relajarnos y acompañar esa reducción de nuestro umbral de azúcar con la práctica de deportes y otros hábitos saludables”, expresa la experta.