Un nuevo espacio en uno de los mercados gastronómicos de referencia en Madrid abre de la mano de dos jóvenes cocineros que traen una gastronomía basada en el sabor con influencias asiáticas y latinas
Los jóvenes chefs Genaro Celia y Agustín Mikielievich han abierto su primer proyecto gastronómico en pleno Mercado de Chamberí, un espacio que pretende llegar a todo el público a través de una oferta basada en el sabor con aires asiáticos y latinos. Su principal objetivo es hacer que el comensal pueda disfrutar de elaboraciones propias de alta gastronomía de una forma más informal y a precios para todos los bolsillos.
Insurgente nace de la pasión de estos dos latinos por crear un lugar de encuentro para los amantes de la gastronomía pero sin someterse a los encorsetamientos de la alta gastronomía, su trayectoria por las grandes escuelas francesas como Le Cordon Bleu o diferentes restaurantes entre los que se encuentran Álbora o Fayer les ha dado una experiencia que se demuestra en la elaboración de cada uno de sus platos.
Con este proyecto han querido llevar todas esas bases aprendidas a un espacio informal y con cierto aire irreverente en el que complejas preparaciones se convierten en comida callejera casi toda ella que puede disfrutarse con las manos. Una carta corta pero variada en el que prima el producto (la mayoría de proveedores locales) y cuidadas elaboraciones donde los potentes sabores son el nexo de unión.
Y es que Genaro y Agustín son unos maestros de traer las diferentes culturas a los platos a través de la mezcla de especias creando salsas únicas y poniendo su toque distintivo en cada receta. En la carta se pueden encontrar también guisos más tradicionales presentados de formas totalmente diferentes como las “Empanadas de Birria” donde se mezcla el sabor tradicional de la birria originariamente de Jalisco con las empanadas al estilo argentino, país de origen de Agustín; o el cremoso de plátano macho que se puede descubrir en la base de la maravillosa “Molleja de Ternera a la Brasa”, un puré que Genaro ha rescatado de las recetas que su madre le cocinaba en Colombia y le transportan a su infancia.
Una carta que pretende romper la barrera a través de la interacción del cliente con el plato ya que casi todos ellos están diseñados para comer con las manos, como por ejemplo sus “Tacos de pollo crujiente” que dan una vuelta de sabor a través del tandoori y el glaseado de mango picante o la “Focaccia de ropa vieja en su jugo” donde esta presente esa mezcla entre lo tradicional y lo rompedor.
Las manos de Agustín también están presentes en los diferentes platos de la carta gracias a las brasas, una elaboración muy presente en Argentina y que el joven chef domina a la perfección. Para ello cuentan con un Kamado, una herramienta de origen japonés, que les permite poder asar, ahumar o cocinar a baja temperatura teniendo así multitud de posibilidades a la hora de crear sus recetas.
Por último los postres no se quedan atrás, como buenos latinos el dulce es uno de sus must have. Han desarrollado una “Chocotorta de dulce de leche” para los más golosos y que es uno de los orgullos de Agustín y un postre más ligero y fresco, “Bizcocho de chocoblanco, diplomática de especias y compota de fruta de temporada” donde queda patente las bases de la escuela francesa.
En definitiva, un proyecto que tiene todo lo necesario para sorprender al comensal a través de platos informales con elaboraciones perfectamente ejecutadas y una mezcla de sabores de varias culturas gastronómicas.
Mercado Chamberí
Calle de Alonso Cano 10
Precio medio: 25€ euros.