SUNTORY


The House of Suntory presenta Hibiki 40 Years Old, un whisky que reflexiona acerca de la belleza de la edad y que se alza como el lanzamiento más exclusivo de su historia

La búsqueda de la armonía y la excelencia, el respeto por sus tradiciones y el trabajo artesanal han sido clave en los 101 años de historia de The House of Suntory, casa pionera del whisky japonés. Durante más de un siglo, generaciones de maestros mezcladores han elaborado sus extraordinarios líquidos a la vez que investigaban cómo perfeccionar cada uno de sus procesos con el fin de lograr la excelencia en cada una de sus propuestas. Gracias a ello, hoy en día son los whiskies nipones más admirados y reconocidos del mundo.

Ahora, la casa centenaria presenta Hibiki 40 Years Old, un whisky de edición limitada que supone una verdadera oda a la belleza de la edad y en cómo esta se puede acentuar con el paso de los años. Un líquido ámbar dorado que nace de la mezcla de diferentes whiskies de las destilerías Yamazaki, Hakushu y Chita, cada uno de ellos madurado durante más de cuatro décadas. El resultado encarna la delicadeza, la frescura, la exclusividad y la confianza, y pone en relieve la creencia fundamental de la marca en el arte japonés de la mezcla y el compromiso de un futuro centrado en la calidad.

Hibiki significa “resonancia” en japonés, y es un concepto que habla sobre la armonía existente entre la naturaleza y las personas a través del monozukuri, una práctica que busca optimizar todas las partes de una elaboración artesanal. Ese equilibro tan trabajado en las creaciones de The House of Suntory también está presente en Hibiki 40 Years Old, que logra la armonía entre madurez y frescura, y que es testimonio de más de un siglo de sublimidad.

El nuevo líquido de The House of Suntory es un canto a la historia de la casa y de cómo esta ha trabajado arduamente para lograr la armonía y el equilibrio en cada una de sus creaciones desde 1923. No en vano, en la elaboración de Hibiki 40 Years Old se han empleado diferentes estilos de whisky, dotándolo de identidad propia. El primero, fruto de la mezcla de dos whiskies de malta Yamazaki de roble americano de 1978 y 1983, le otorga un sabor profundo y complejo. El segundo, un whisky de malta Hakushu de 1981, con aromas de manzana y pera caramelizadas, notas herbáceas, umami y un suave ahumado, acentuado con paso de los años. El tercero, de grano único de Chita, procedente de dos barricas de 1981 y 1979, que aporta un toque floral y una nota cremosa y dulce. Completan el quinteto un whisky 1983 Yamazaki Mizunara Cask -con notas armoniosas de incienso- y un 1980 Yamazaki single malt, envejecido en roble español, con sus agridulces notas de jerez, dotándolo de profundidad y un largo final.

Del corazón al exterior, Hibiki 40 Years Old refleja el buen hacer de la artesanía nipona y sus tradiciones más arraigadas. Esta edición especial cuenta con una elegante botella de cristal con 30 facetas diseñada por el fabricante de cristalería Kagami Crystal, proveedor oficial de la familia imperial japonesa. Decorada con el tradicional maki-e japonés, laca dorada e incrustaciones de nácar, la etiqueta ha sido creada a mano por la artista del washi Eriko Horiki, convirtiéndose en una obra de arte en sí misma.

Como colofón, se presenta en una caja con 12 caras fabricada con 12 tipos de madera japonesa, como zelkova y pino, y ornamentada con flores y hierbas de las cuatro estaciones de Japón. Una verdadera celebración del pasado y presente del país asiático, así como del trabajo artesanal.

A la venta a partir del 7 de octubre de 2024, la edición limitada Hibiki 40 Years Old de The House of Suntory se podrá adquirir por un precio de 32.219 euros. Con tan solo 400 botellas disponibles a lo largo del mundo, 14 de ellas en España, se trata de una propuesta única que se convertirá en el bien más preciado de coleccionistas y amantes del buen whisky.

Notas de cata

Color: Ámbar dorado.

Nariz: albaricoque seco, biwa maduro (níspero japonés) con toques de piel de limón y clavo.

Paladar: higo seco, sutiles matices de yuzu y dulce de miel de acacia, que acentúan la suavidad del cacao tostado.

Final: reconfortante aroma a incienso especiado.