Cuando un bebé aterriza en el mundo, una de las mayores preocupaciones de los padres se centra en su alimentación y, más concretamente, en asegurarse de que el peque come de forma adecuada en función de su edad. En ocasiones resulta complicado saber si un niño se alimenta como debería, pues la forma de comunicarse con sus padres está basada en gestos y señales que deben ser interpretados para conocer si tiene hambre o si ya está saciado. Esto se conoce como alimentación receptiva.
Es cierto también que existe una afirmación asentada en torno a la alimentación infantil que podría resumirse en “que el bebé coma lo que quiera”. Es decir, que el peque sea quien decida cuándo comer, cuándo dejar de hacerlo y cuánto comer en base a su hambre y su saciedad. Sin embargo, los papás no pueden ceñirse exclusivamente a esta afirmación y dar por hecho que su hijo se está alimentando de forma correcta. Por esta razón, Nutribén® comparte los signos más comunes que denotan si un niño come poco o come demasiado:
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Además de estos signos comunes, los papás de los niños recién nacidos deben prestar atención a otra serie de factores, que suelen ser sinónimo de que su alimentación no es suficiente1 para lo que requiere su pequeño organismo:
1 Academia Americana de Pediatría (AAP)
- Moja menos de cuatro pañales al día.
- Su piel sigue arrugada después de la primera semana.
- Al cabo de tres semanas, su cara aún no ha ganado volumen ni se ha puesto ‘redondita’.
- Después de hacer una toma y quedarse dormido, pide otra vez enseguida, como si tuviera aún mucha hambre.
- Su piel se torna más amarilla, en vez de menos, en la primera semana de vida.
Los papás deben tener en cuenta siempre que la alimentación del peque durante el proceso de lactancia exclusiva (ya sea a base de leche materna o fórmula infantil) debe ser a demanda. Y, además, cuando puedan detectar cualquier tipo de anomalía alimentaria que se mantenga en el tiempo, siempre será necesario compartirla con su Pediatra para poder valorar si el peque necesita aumentar o reducir sus ingestas.
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Belén Alonso, Nutricionista de Nutribén®, recomienda siempre “prestar mucha atención a cómo se comportan los peques cuando llegar la hora de comer, es decir, qué gestos realizan cuando se les ofrece comida, cómo se expresa su cuerpecito mientras hacen la digestión, qué hacen cuando se les despierta para comer, y así como cualquier otro signo que nos ayude a detectar cualquier alteración”.
Además, Belén Alonso recuerda que “los bebés deben seguir una lactancia exclusiva ya sea a base de leche materna o fórmula infantil hasta los 6 meses, aunque bien es cierto que en algunos casos la alimentación complementaria se inicia a partir del 4º mes de vida. Un buen ejemplo para complementar su dieta a partir de esta etapa lo encontramos en las papillas, como la Papilla de 10 cereales de Nutribén®, que cuenta con una gran cantidad de nutrientes que aportan energía al peque para todo el día. Además, la ingesta de papilla saciará su apetito, algo que traerá consigo un espaciamiento entre las tomas de leche materna o fórmula infantil”.
Belén Alonso destaca también que “es muy importante que vayamos combinando los alimentos teniendo en cuenta el menú del resto del día, para que consuman todos los nutrientes necesarios y de manera equilibrada”.
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