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Comienza el verano y se incrementan las salidas en grupo a la playa o la montaña y, desde la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), queremos aprovechar la ocasión para rendir homenaje a un emblemático alimento nacional, reivindicando la merienda tradicional de la mano del “bocata” de jamón.
La merienda es fundamental en el desarrollo infantil y un bocadillo con 30 gramos de jamón serrano, acompañado de pan son una excelente elección. Aportan el 12% de la energía diaria recomendada, con hidratos de carbono, proteínas de alto valor biológico, para la reparación de tejidos y células, y solo un 3% de las cantidades diarias recomendadas (CDR) de grasa, insaturada en su mayor parte. Además, aporta valiosos minerales como hierro, zinc, potasio y vitaminas, indispensables para nuestro organismo, de forma rápida y eficaz.
Su equilibrado perfil lipídico, moderado en calorías y gran aporte de ácido oleico, hacen del jamón un alimento indicado para cualquier dieta y adecuado para ser disfrutado en todas las edades.
Al no necesitar cocinado para su consumo, el jamón, se convierte en cualquier situación en el perfecto aliado familiar de la alimentación saludable; y su presentación en bocadillo en la merienda favorita de los más pequeños.
Además de sus bondades nutricionales, el jamón es un alimento de fácil digestibilidad. Derivado de su propio proceso de maduración y de la actuación de proteasas (que son las enzimas que fragmentan a las proteínas en aminoácidos), el jamón es pobre en colágeno, por lo que nuestro aparato digestivo asimila los aminoácidos con mayor facilidad.
El bocadillo de jamón es por tanto una merienda sana y deliciosa. Y ahora que se acerca el verano y que pasamos más tiempo fuera de casa, los bocadillos de productos cárnicos no pueden faltar en las cestas de picnic.
Por tanto, ya estés disfrutando del sol en la playa, de una caminata en la montaña o de un chapuzón en la piscina, ¡qué no se te olvide “tu bocata”!