FACYRE (Federación de cocineros y reposteros de España) y la ONG Mujeres en Igualdad han organizado por segunda vez un coloquio donde se ha reflexionado sobre el papel de la mujer en la gastronomía y los retos a los que se enfrenta el género femenino en el mundo gastronómico enmarcado en la semana del Día Internacional de la Mujer.
Segunda edición de Gastronomía Es Femenino
En el evento se dieron cita grandes profesionales de la hostelería como: Susi Díaz con una Estrella Michelin y dos soles Repsol o Ana Acín, que ha sido premiada en el evento por su gran labor de sommelier; profesionales del mundo de la gastronomía con representación en organizaciones gastronómicas como Bárbara Buenache (presidenta de ACYRE Madrid) y María Salinas (chef y secretaria de ASCAIB); empresarias como Rosa Vañó, Cristina Moreno o Carmen Bañobre; o profesionales de la comunicación como Ana Ballarín o Teresa del Campo; y la científica del CSIC, Marta de Miguel. El acto fue amadrinado por la Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España Isabel García Tejerina.
Además contamos con la presencia del Secretario de Estado, Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés, que hizo entrega del premio al restaurante La Venta del Sotón de Ana Acín.
Todas ellas compartieron sus experiencias personales y hablaron de la necesidad de un cambio en la sociedad para reivindicar la igualdad entre géneros, tanto en el mundo de la gastronomía como en otros sectores.
El objetivo del evento ha sido concienciar sobre el papel de la mujer en el sector de la gastronomía, todos ellos han hecho hincapié en que el mundo de la gastronomía ha sido tradicionalmente femenino, de forma mayoritaria, pero poco reconocido. Sin embargo, el papel del hombre en la gastronomía ha tomado más protagonismo, aunque no fuera el mayoritario.
También se ha reconocido el papel que ha tenido tradicionalmente la mujer en la gastronomía, y que por ello la cultura culinaria del país tiene un gran nivel, ya que las recetas y cultura culinaria de España se ha mantenido de generación en generación gracias a aquellas mujeres que día a día seguían cocinando en sus casas.